Desde hace más de una semana, las dificultades para acceder al Santuario Histórico de Machu Picchu está generando malestar entre turistas y operadores turísticos.
Esto se originó a partir de un accidente que dejó a 31 personas heridas, entre ellas nacionales y extranjeros, revela Infobae.
La empresa encargada del servicio de buses, Consettur, tuvo que reducir su flota debido a la puesta en mantenimiento de varias unidades, lo que ha provocado largas filas y retrasos en el transporte de visitantes.
La empresa, que normalmente opera con alrededor de 28 buses para subir a los turistas desde Machu Picchu Pueblo hasta la ciudadela, actualmente solo cuenta con 20 unidades en funcionamiento.
Esto se traduce en la suspensión de numerosas frecuencias diarias, afectando a cientos de turistas que no logran ascender a tiempo, generando frustración entre aquellos que han esperado horas, o incluso días, para poder cumplir con su itinerario.
Preocupación
El presidente de la Asociación Peruana de Turismo de Aventura y Ecoturismo (APTAE), Francisco Basili, expresó su preocupación por la situación. En diálogo con Infobae Perú, señaló que la empresa Consettur ha retirado entre seis y ocho buses del servicio tras el accidente para realizarles mantenimiento, lo que ha reducido considerablemente la capacidad operativa.
El representante gremial también explicó que cada bus puede realizar hasta tres frecuencias diarias. Con la salida de servicio de ocho unidades, esto implica una reducción de 24 frecuencias diarias, lo que afecta a cientos de turistas.
El Ministerio de Cultura intenta mitigar la situación permitiendo que aquellos que pierden su turno de ascenso por el retraso puedan ingresar en el siguiente, pero esto no soluciona el problema de fondo, ya que al final del día muchos visitantes se quedan sin poder subir.