“Te mataremos… graveyard dead”. Con esa frase, pronunciada con frialdad, el sheriff del condado de Brevard, Wayne Ivey, emitió este jueves 12 de junio una de las advertencias más severas lanzadas recientemente por una autoridad policial en Estados Unidos. Dirigiéndose a potenciales participantes de protestas violentas en Florida, Ivey advirtió que cualquier intento de desorden será respondido con la fuerza total del aparato estatal.
La declaración fue respaldada por figuras clave del gobierno estatal, entre ellos el fiscal general James Uthmeier y el gobernador Ron DeSantis. Durante una rueda de prensa conjunta, se reiteró la vigencia de la ley estatal contra disturbios, aprobada tras las protestas de 2020, que endurece penas y amplía facultades para la intervención policial inmediata.
El sheriff especificó que lanzar objetos, portar armas o agredir a oficiales será considerado causal de uso letal de la fuerza. “Si lanzas un ladrillo o apuntas un arma, notificaremos a tu familia dónde recoger tus restos”, advirtió. También señaló que escupir o golpear a un oficial puede derivar en hospitalización y que rodear un vehículo en marcha “puede terminar con el manifestante debajo de ese auto”.
El mensaje, ampliamente difundido en medios conservadores, fue interpretado por simpatizantes como una postura firme frente al caos. Sin embargo, activistas por los derechos civiles y organizaciones como Human Rights Watch y ACLU alertaron sobre la peligrosidad del discurso, al considerar que podría alentar el uso excesivo de la fuerza y vulnerar derechos constitucionales a la protesta.
En paralelo, se anunciaron medidas de protección a personal federal, especialmente a agentes del Servicio de Inmigración (ICE), en el contexto de las redadas migratorias en curso. Esto incluye patrullajes especiales en sus domicilios, protocolos contra acoso digital (doxing) y la designación de un enlace estatal de seguridad para ese cuerpo.
Florida se perfila nuevamente como un estado clave en la discusión nacional sobre seguridad pública y libertad de expresión. La administración de DeSantis defiende su enfoque como un modelo de legalidad, mientras se preparan nuevas movilizaciones bajo la etiqueta #NoKings para el 14 de junio. Las advertencias, no obstante, dejan claro que la protesta violenta será respondida con fuerza: “Aquí no se juega”.
