La presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que la reciente directiva del expresidente estadounidense Donald Trump, que autoriza al ejército de su país a emplear fuerza militar contra cárteles latinoamericanos, no tendrá efectos en territorio mexicano. En conferencia de prensa matutina este viernes 8 de agosto, aseguró que la medida solo se aplicaría dentro de Estados Unidos y no implica intervención alguna en México.
El diario The New York Times reveló que Trump firmó en secreto una orden ejecutiva durante su primer mandato para permitir que el Pentágono actúe militarmente contra organizaciones del narcotráfico en México y Venezuela, clasificadas como grupos terroristas. Aunque la instrucción no fue aplicada en su momento, la revelación coincide con nuevas acciones de su campaña para endurecer la política de seguridad fronteriza.
Sheinbaum afirmó que su gobierno no tiene información sobre alguna investigación abierta en México contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien fue vinculado por las autoridades estadounidenses con diversas redes criminales, entre ellas el Cártel de Sinaloa, el Cártel de los Soles y el grupo conocido como Tren de Aragua.
La postura de Trump sobre los cárteles mexicanos ha sido reiterada desde su primer mandato, cuando impulsó la designación de organizaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana y el Cártel de Sinaloa como amenazas terroristas. Bajo ese argumento, ha defendido la intervención militar directa como una forma de protección nacional.
En las últimas semanas, el gobierno estadounidense reforzó esa narrativa al incluir formalmente al Cártel de los Soles en su lista de organizaciones terroristas extranjeras. También duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura de Nicolás Maduro, a quien acusa de dirigir dicha agrupación para traficar drogas con apoyo de otros cárteles.
Aunque legalmente la clasificación como grupo terrorista no conlleva autorización automática para el uso de la fuerza letal en el extranjero, Trump propuso en su primer mandato bombardear laboratorios de droga en México. Esa sugerencia fue rechazada por su entonces secretario de Defensa, Mark Esper, por el riesgo de un conflicto diplomático con el gobierno mexicano.