El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó que el Pentágono “vigila de cerca” a los cárteles mexicanos y que “sabe más de lo que creen” sobre sus operaciones, en medio de la reciente decisión del gobierno de Donald Trump de designar a varias organizaciones criminales como terroristas extranjeras. Con esta clasificación, Washington abre la puerta a acciones militares directas contra estos grupos, aun fuera del territorio estadounidense.
La medida incluye a los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), del Noreste, del Golfo, Nueva Familia Michoacana y otros grupos vinculados al narcotráfico y la violencia en la región. En enero, Trump firmó una orden ejecutiva que faculta al Pentágono a actuar contra estas organizaciones sin necesidad de aprobación del Congreso, lo que ha encendido alertas en América Latina sobre posibles operaciones unilaterales.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum negó de forma categórica cualquier posibilidad de que tropas estadounidenses ingresen al país, asegurando que la cooperación en seguridad con Washington se limita al intercambio de información e inteligencia. “En México no hay invasión; la defensa de nuestra soberanía es absoluta”, subrayó.
Analistas advierten que, aunque la Casa Blanca descarta un despliegue militar abierto, la designación de los cárteles como terroristas podría derivar en acciones encubiertas, como uso de drones o operaciones especiales. La postura estadounidense ha generado tensión diplomática, mientras ambos gobiernos mantienen canales de comunicación para atender la violencia y el tráfico de drogas en la frontera compartida.