La ministra Norma Piña Hernández presentó este martes su último informe como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tras dos años y ocho meses al frente del máximo tribunal del país. En su mensaje, destacó que durante este periodo la Corte enfrentó un clima de adversidad marcado por desinformación, ataques y calumnias, pero aseguró que la institución respondió siempre con independencia, diálogo y apego a la Constitución.
“No respondimos a las agresiones con estridencias, sino con sentencias”, subrayó, al señalar que el trabajo del Poder Judicial se sostuvo en la razón y el derecho. Piña enfatizó que los tribunales deben seguir siendo un refugio para los más vulnerables, un contrapeso frente al abuso de poder y una fuente de esperanza para la ciudadanía.
La ministra también hizo balance de la gestión administrativa, defendiendo la aplicación de políticas de austeridad y eficiencia que —según dijo— permitieron ahorros presupuestales en cada ejercicio. Explicó que la entrega de recursos y personal al nuevo modelo de justicia se realizó con transparencia y bajo supervisión, lo que garantiza una transición ordenada tras la reforma judicial de 2024.
En su despedida, Piña insistió en que la misión de la Corte no termina con su gestión: “Hoy concluye una etapa, pero no la misión. La Constitución permanece, así como los derechos que ella reconoce”. Finalmente, llamó a fortalecer la unidad institucional y recordó que serán las sentencias las que darán cuenta del papel de la SCJN en este periodo.