El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, salió al paso de las críticas tras revelarse que adquirió una propiedad en Tepoztlán, Morelos, valuada en aproximadamente 12 millones de pesos. El legislador aclaró que la residencia fue comprada a través de un crédito hipotecario iniciado a finales de 2024, después de haberla rentado durante algunos años, y aseguró que todo su patrimonio está declarado de manera transparente.
“Yo no tengo ninguna obligación de ser austero. La austeridad es una política pública, no una forma de vida individual”, señaló el senador, al explicar que sus ingresos provienen de su salario como legislador, colaboraciones en medios de comunicación y su canal de YouTube. Recordó además que en el pasado vivió con limitaciones económicas: “Yo era franciscano, porque como hijo del pueblo estábamos bien fregados”.
Fernández Noroña acusó a la oposición de intentar usar el tema en su contra y subrayó que la compra de la vivienda es fruto de su esfuerzo personal. Invitó a que se investiguen sus cuentas y su declaración patrimonial, al tiempo que cuestionó a otros legisladores que han reportado no tener bienes ni automóviles, lo cual calificó de “pobreza franciscana inverosímil”.
El tema ha desatado debate en torno a la austeridad republicana, política central en la actual administración, y que ahora vuelve a colocarse en el centro de la discusión con la defensa pública de quien encabeza la Mesa Directiva del Senado desde septiembre de 2024.