Ciudad de México, 12 de septiembre de 2025. La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este viernes que el aumento de aranceles a los automóviles importados desde Asia, particularmente de China, no constituye una medida de coerción ni está dirigido contra ningún país en específico, sino que busca fortalecer la producción nacional. La mandataria subrayó que se trata de una estrategia incluida en el Plan México para generar condiciones de competencia más justas y proteger el empleo en la industria automotriz.
Sheinbaum explicó que el incremento de tarifas —que podría llegar hasta el 50 %, el máximo permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC)— responde a la necesidad de frenar prácticas de venta por debajo del precio de referencia. Enfatizó que el objetivo es impulsar a las empresas que ya operan en el país bajo las reglas fiscales y laborales mexicanas. Asimismo, anunció que la próxima semana funcionarios de su gobierno sostendrán reuniones con representantes de China para dialogar sobre el tema y aclarar las intenciones de la medida.
Desde Pekín, el gobierno chino reaccionó con firmeza al advertir que este tipo de decisiones podrían afectar la confianza de los inversionistas en México y acusó a la administración mexicana de actuar bajo “coerción” internacional. La cancillería aseguró que protegerá los derechos e intereses de sus empresas frente a restricciones comerciales. En el plano interno, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz respaldó la iniciativa al considerar que favorecerá la equidad competitiva, mientras que la Asociación de Electromovilidad advirtió que los aranceles encarecerán los vehículos eléctricos e híbridos, poniendo en riesgo las metas ambientales del país.
