Chicago, Illinois. – El clima de incertidumbre generado por los recientes anuncios de redadas migratorias y la advertencia del expresidente Donald Trump de desplegar tropas de la Guardia Nacional ha comenzado a reflejarse en la vida cotidiana del barrio latino de Pilsen, uno de los más emblemáticos de la ciudad.
En las últimas semanas, comerciantes y vecinos de la avenida Cermak Road —arteria principal de la zona y sede de negocios, restaurantes y panaderías familiares— han señalado una disminución en la presencia de clientes. El temor a ser detenido ha llevado a muchos residentes a limitar sus salidas, lo que se traduce en menor tránsito peatonal y bajas en las ventas de pequeños negocios.
Organizaciones comunitarias han alertado sobre un “ambiente de persecución” que, además de provocar ausencias en el comercio local, afectó la asistencia a eventos culturales recientes. Tal fue el caso del desfile del Día de la Independencia Mexicana en Pilsen, que registró una concurrencia menor a la de años anteriores debido al miedo a operativos migratorios.
El alcalde Brandon Johnson y el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, han reiterado que Chicago es una ciudad santuario y han pedido calma a la comunidad migrante. Sin embargo, la promesa de Trump de reforzar la presencia de fuerzas federales mantiene la tensión en este barrio de mayoría mexicana, donde miles de familias enfrentan la disyuntiva entre preservar sus tradiciones y protegerse de una posible redada.








