El presidente Donald Trump reavivó este lunes la polémica sobre su plan de imponer aranceles del 100% a películas producidas fuera de Estados Unidos que se estrenen en territorio nacional.
La medida, anunciada inicialmente en mayo, busca frenar la fuga de producciones de Hollywood hacia países que ofrecen mayores incentivos fiscales, como Reino Unido, Francia o Hungría.
Trump justificó la propuesta señalando que la industria cinematográfica estadounidense ha sido “robada” por otras naciones y aseguró que el nuevo impuesto protegerá los empleos locales.
El anuncio ha generado preocupación entre sindicatos y estudios de cine, que advierten que los aranceles no resolverán la crisis de rodajes en Los Ángeles, donde 2024 registró mínimos históricos.
En respuesta, California duplicó los créditos fiscales para producciones audiovisuales y el gobernador Gavin Newsom ofreció trabajar en un plan federal de 7,500 millones de dólares.
Expertos sostienen que, aun con la medida, la recuperación de la industria dependerá de reformas estructurales y de un mayor apoyo a la producción nacional.








