La comunidad indígena de Nurio, en el municipio de Paracho, se deslindó públicamente de la familia de Víctor Manuel Ubaldo Vidales, el joven abatido por las autoridades tras participar en el asesinato del exalcalde de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez.

A través de un comunicado, las autoridades comunales aclararon que no existe ningún vínculo con el agresor ni con su familia.
“Ni lo conocemos”, señalaron de forma tajante en el documento.
El Consejo de Nurio reconoció que el abuelo paterno del joven, identificado como Luis Ubaldo, nació en esa localidad, pero precisó que desde temprana edad se mudó a la cabecera municipal de Paracho, donde formó su vida y familia.
Las autoridades recordaron que para ser considerado parte de la comunidad se requiere nacer y residir en el pueblo, participar en reuniones y labores comunales, así como realizar aportaciones económicas.
“En mención no tiene nada de los puntos anteriores. Decimos: no es de Nurio, y no nos hacemos responsables de sus actos ni mucho menos de su formación”, concluye el comunicado.
Tras la entrega de los restos del menor de 17 años a sus familiares por parte de la Fiscalía General del Estado de Michoacán, se revelaron detalles sobre sus orígenes, incluyendo una presunta relación familiar con habitantes de Nurio y Paracho, donde fue velado.
De acuerdo con fuentes comunitarias, el padre del joven fue integrante del Consejo Supremo Indígena de Michoacán, aunque fue expulsado hace dos años por presuntas irregularidades y actos violentos.








