La Cámara de Diputados recibió dos iniciativas enviadas por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para actualizar el diseño y los materiales de monedas de uso cotidiano, propuestas que fueron turnadas a la Comisión de Hacienda y Crédito Público para su estudio. El objetivo central es modernizar la circulación monetaria sin alterar su reconocimiento por parte de la población.
La primera iniciativa plantea que la moneda de 20 pesos cuente con un modelo estándar de circulación permanente, además de las versiones conmemorativas que hoy predominan en el mercado. Este diseño base incluiría como imagen central el Templo de Kukulkán, en Chichén Itzá, y buscaría mejorar la visibilidad de la denominación, con numerales más grandes y contrastados, para facilitar su identificación por adultos mayores y personas con discapacidad visual.
La propuesta mantiene las características físicas actuales de la pieza, como la forma dodecagonal y el canto estriado discontinuo. En paralelo, la segunda iniciativa se refiere a la moneda de 10 pesos, cuyo diseño no cambiaría; sin embargo, se autorizaría el uso de nuevos materiales, concretamente un núcleo de acero recubierto de níquel, con el fin de garantizar eficiencia en la producción sin afectar la apariencia ni el valor facial.
La Comisión de Hacienda deberá ahora elaborar el dictamen correspondiente. Si se aprueban los cambios, pasarán al pleno de San Lázaro para su discusión y eventual votación, lo que podría abrir paso a una renovación gradual de las monedas que circulan diariamente en el país.








