Sinaloa, 3 diciembre.- La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) ha anunciado la reapertura de cuatro cruces fronterizos con México, que habían sido cerrados debido a la llegada sin precedentes de migrantes, lo que generó una crisis que impactó significativamente en el comercio y dejó a miles de personas varadas.
Entre los cruces que volverán a operar se encuentran el Puente Internacional 1 de Eagle Pass, Texas, que colinda con Piedras Negras, Coahuila, y el Pedestrian West de San Ysidro, que une San Diego, California, con Tijuana, Baja California, así como las garitas de Lukeville y Morley Gate en Arizona, en la frontera con Sonora.
En la última semana de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó la reapertura de estos cruces fronterizos debido a las millonarias pérdidas económicas que su cierre representaba para ambas naciones. Esta medida se toma después de una petición directa del presidente mexicano a una delegación de alto nivel de Estados Unidos encabezada por el secretario de Estado, Antony Blinken.
Agentes respaldan a Patrulla Fronteriza para vigilancia de migrantes
La CBP había asignado agentes de estas garitas para respaldar a la Patrulla Fronteriza, que se encontraba desbordada en términos de infraestructura y recursos humanos debido al flujo inusualmente alto de migrantes.
La reapertura de estas garitas fronterizas no solo beneficia a la economía de ambas naciones, sino que también permite la reunificación de familias que residen en ambos lados de la frontera y que cruzan diariamente por motivos laborales, educativos y de salud. Además, se espera que esta medida contribuya a aliviar la presión en los puntos de entrada y a mejorar el flujo comercial y de personas entre México y Estados Unidos.
