Las inundaciones provocadas por la tormenta «Daniel» en la ciudad costera de Darna, al noreste de Libia dejaron más de 6 mil 200 muertos, según un portavoz del Ministerio del Interior del gobierno oriental.
Cerca de 10 mil personas están desaparecidas, informó Tamer Ramadan, jefe de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Libia.
De igual forma, hay más de 30 mil afectados que se quedaron sin hogar a causa de las inundaciones, reportó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En Darna suele haber un cauce que normalmente no tiene agua en verano. Sin embargo, las intensas lluvias provocaron un torrente que ha arrasado con personas, edificios, casas, coches y también con puentes.
«La situación es catastrófica. Hay cadáveres por todas partes: en el mar, en los valles, bajo los edificios», declaró Hichem Chkiuat, ministro de Aviación del gobierno que administra el este del país.
Estimó que el número de víctimas será «mucho, mucho más alto. No exagero cuando digo que el 25 por ciento de la ciudad ha desaparecido».
Efectos del cambio climático
Muchos viven aún con incertidumbre: «Sé de muchas personas que llevan dos o tres días sin contactar a sus familiares y amigos. Eso se debe también a que la red telefónica ha colapsado. Así que no saben cómo están o si es que están vivos», dice Thomas Claes, director de la oficina regional para Libia de la fundación alemana Friedrich Ebert (FES, por sus siglas en alemán), con sede en Túnez.
Es muy probable que las recientes inundaciones sean consecuencia del cambio climático. En el caso de Libia, la catástrofe se debió a temperaturas cálidas en el Mediterráneo, a las que luego se unió el aire frío proveniente del norte, dijo Mojib Latif, meteorólogo de Kiel e investigador climático.