James Bedford cumple 57 años congelado, en espera de revivir

James Bedford cumple 57 años congelado, en espera de revivir

Hoy se cumplen 57 años desde que el profesor James Bedford, de 73 años, fue metido en un tanque con hielo seco para comenzar un proceso inédito que lo transformaría en el primer criogenizado de la historia.

El 12 de enero de 1967, poco después de morir en un asilo de ancianos, James Bedford, fue congelado en un tanque de nitrógeno líquido a la espera de que los avances de la ciencia permitan revivirlo.

Bedford fue víctima de un cáncer renal que ya le había tomado también los pulmones.

Bedford estaba fascinado por las posibilidades que ofrecía la técnica de Ettinger y aunque sabía que, por su edad y su enfermedad, si lo “desfreezaban” en el futuro difícilmente podrían curarlo, decidió ofrecerse como voluntario y poner su cadáver al servicio de la ciencia.

Así el profesor Bedford se convirtió en el primer criogenizado de la historia, según Infobae.

Paso a paso

Cuando Bedford murió el 12 de enero de 1967, los primeros pasos del procedimiento se realizaron en el mismo asilo donde había exhalado su último suspiro, lo que permitió que el tiempo transcurrido entre el momento de la muerte y el congelamiento fuera mínimo.

El cuerpo fue metido en un gran recipiente con hielo seco y también se lo conectó a una máquina de respiración artificial.

“Inmediatamente, le inyectó la heparina para impedir la coagulación de la sangre, aplicó la respiración artificial y masaje externo para mantener en circulación la sangre oxigenada, mientras enfriaba al paciente con hielo”, explicó luego Ettinger.

El propósito principal era conservar las células del cuerpo, y especialmente las del cerebro en el estado más perfecto posible.

De allí trasladaron el cuerpo congelado a un garaje especialmente acondicionado en la casa del doctor Robert Prehoda, un químico especializado en crioconservación, donde se completó la primera fase al inyectarle dimetilsulfóxido, un líquido sin color que originalmente se utilizaba como disolvente y se estaba probando como crio-conservante.

A la espera

Pero ocurrió un incidente que luego contó el propio director de la Cryonics Society, Robert Nelson. La mujer del doctor Prehoda llegó imprevistamente a la casa y al encontrarse frente a la escena del garaje los conminó a que sacaran “eso de ahí lo antes posible”.

El cadáver ya completamente congelado fue trasladado en el mismo féretro hasta el laboratorio de la Cryonics Society, donde más tarde se lo introdujo en un tanque con nitrógeno líquido.

El procedimiento había terminado. Sólo quedaba esperar que el paso de los años, las décadas o quizás uno o dos siglos, trajera los avances científicos necesarios para devolver a Bedford a la vida.

 

 

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