La polarización electoral en México se está intensificando, como lo demuestran los comentarios encontrados en redes sociales y las imágenes que se comparten. No hay duda de que el odio aflora en cada posteo que tenga que ver con preferencias políticas. Estos mensajes reflejan una profunda división entre los simpatizantes y opositores de diferentes partidos políticos, especialmente en el contexto de la actual administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador. La acusación de violencia y división dirigida al presidente refleja la escalada de tensiones y la creciente hostilidad en el discurso político. La mención de «amarra a tus perros» sugiere un llamado a controlar a los seguidores más extremistas, lo cual resalta la preocupación por la seguridad y la integridad de las figuras públicas y los ciudadanos en general. Por otro lado, los comentarios de otros usuarios sobre la violencia política de género indican una preocupación por el respeto y la igualdad. La legislación mexicana reconoce la violencia política de género como un problema serio, pero la aplicación de estas leyes y la protección efectiva de las mujeres en política aún enfrentan desafíos significativos. El lenguaje discursivo pierde su esencia y se transforma en dardos lingüísticos confeccionados para denostar al enemigo, atosigándolo, además, con múltiples menciones. La referencia a los «aborígenes primitivos» y el término «chimpanchairos» rayan en el lenguaje deshumanizador y discriminatorio que contribuye a la polarización y al conflicto. Este tipo de retórica no solo desvaloriza a los oponentes políticos, sino que también socava los principios democráticos de respeto y diálogo. La polarización no solo afecta la cohesión social, sino que también puede tener consecuencias negativas en el proceso electoral. Puede llevar a la desinformación, la apatía electoral y la violencia, debilitando las instituciones democráticas y erosionando la confianza en el sistema político. La intensificación de la polarización requiere una respuesta de todas las partes involucradas: políticos, medios de comunicación, sociedad civil y ciudadanos, para promover un diálogo constructivo y respetuoso. Lo urgente es un respeto mutuo o l a situación se saldrá de control. Sería terrible ver todo ese odio destilado en redes sociales confrontándose en las calles.
Otro de los sectores que está en desacuerdo con las estrategias gubernamentales, es el del transporte. El fenómeno del robo al transporte de carga en autopistas, como el caso particular de la autopista Durango-Mazatlán, representa un desafío que involucra diversos niveles y esferas de responsabilidad gubernamental y empresarial. Los encuentros entre representantes de cámaras empresariales locales, del gobierno del estado, diputados locales y federales, y la titular de Caminos y Puentes Federales (Capufe), Elsa Julita Veites, de poco han servido. Capufe, siendo el organismo encargado de la administración de caminos y puentes federales, juega un rol esencial no solo en la gestión de la infraestructura sino también en la garantía de seguridad para los usuarios de estas vías. Además de Capufe, la responsabilidad recae también en las autoridades estatales y municipales de seguridad, que deben coordinarse para implementar estrategias efectivas de vigilancia y prevención del delito. En este sentido, la colaboración entre las policías estatales, la Guardia Nacional y las autoridades municipales es fundamental para establecer un frente común contra el robo al transporte. Y todo ello se ha olvidado, consciente o inconscientemente. Por incapacidad, o por estar coludidos con el crimen organizado. Los diputados locales y federales tienen la responsabilidad de legislar y procurar recursos para fortalecer las políticas de seguridad en las autopistas. Esto incluye la asignación de presupuestos adecuados para la seguridad vial y la creación de marcos legales que faciliten la persecución y sanción de los delitos relacionados con el robo de transporte de carga. El papel de las cámaras empresariales y los representantes del sector privado es igualmente importante. Pueden aportar no solo en la identificación de las necesidades específicas y vulnerabilidades de la industria, sino también en la implementación de soluciones tecnológicas y de gestión que incrementen la seguridad de las mercancías durante su transporte.La colaboración debe estar orientada a crear un sistema integrado de seguridad que aborde tanto la prevención como la respuesta ante los robos y esto incluye desde el mejoramiento de la infraestructura física, como la instalación de cámaras de seguridad y sistemas de iluminación en puntos críticos, hasta el desarrollo de programas de capacitación y concientización para los conductores y empresas de logística. El panorama se cierra cuando sabemos que estamos a años luz de que todo esto se cumpla. La secretaría de Gobernación, a cargo de Luisa María Alcalde, ni enterada ha de estar del peligro latente. Salir a carretera es lo más cercano a jugar a la ruleta rusa.
El abuso del poder es uno de los pecados capitales de la política. La situación que involucra a Mario Delgado, líder del Movimiento de Regeneración Nacional, y al artesano Marco Castillo, puede afectar a Morena rumbo a las elecciones. El conflicto, centrado en la acusación de que Delgado no ha pagado más de 300 mil pesos por esculturas encargadas, trasciende el mero ámbito de una disputa comercial para adentrarse en el terreno de la ética política y la confianza pública. Desde 2023 este hombre perteneciente al pueblo bueno y sabio ha denunciado que Delgado lo timó. Este caso pone de relieve la importancia de la transparencia y la integridad de los líderes políticos. En períodos electorales, la conducta personal de los políticos se escudriña intensamente, ya que se considera un reflejo de su fiabilidad y su ética profesional. Un incidente como este podría ser percibido como indicativo de falta de responsabilidad o respeto por los compromisos personales, lo cual, por extensión, podría llevar a los votantes a cuestionar la capacidad de Delgado para manejar responsabilidades de mayor envergadura. Votos menos. Además, el hecho de que el conflicto se haga público en redes sociales y medios de comunicación amplifica su impacto potencial. En la era digital, las narrativas pueden ganar tracción rápidamente y moldear la percepción pública de manera significativa. Los opositores políticos podrían utilizar este incidente como munición para atacar no solo a Delgado sino a todo el partido Morena, cuestionando la integridad y la transparencia de la organización en su conjunto. La injusticia hacia un artesano podría generar simpatía y movilizar la opinión pública en su favor, lo que podría traducirse en un rechazo electoral hacia Delgado y Morena, especialmente entre las clases trabajadoras y los sectores más vulnerables de la sociedad. Es crucial que Mario Delgado y Morena aborden este asunto de manera proactiva y transparente. A este movimiento le encanta cohabitar en las redes sociales donde difunden la parte oficial de la historia, y es justo ahí donde Marco Castillo, quien además alude a que está por llegar a la tercera edad, se queja del incumplimiento del líder del partido en el poder. Una prueba más de que humanismo mexicano es una frase más, entre las huecas que conocemos.