El gobierno de izquierda en España ha anunciado la abolición del Premio Nacional de Tauromaquia, una medida que ha generado reacciones encontradas entre los defensores de los animales y los seguidores de las corridas de toros.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, explicó que la decisión se basa en la creciente preocupación de la población española por el bienestar animal. Considera inapropiado premiar una práctica que implica maltrato animal, especialmente con fondos públicos.
El Premio Nacional de Tauromaquia, establecido en 2011 y otorgado por primera vez en 2013, concede un premio de 30 mil euros al ganador, siendo figuras destacadas como «El Juli» y Enrique Ponce receptores anteriores.
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A pesar de la pasión que aún despiertan las corridas de toros en España, su popularidad ha ido disminuyendo con el tiempo, especialmente entre los jóvenes. Solo un 1.9% de la población española asistió a una corrida de toros durante la temporada 2021-22, según datos del Ministerio de Cultura.
El Partido Popular, principal partido de la oposición, ha prometido restablecer el premio si regresa al poder, argumentando que la tauromaquia es una parte fundamental de la cultura y tradiciones españolas.
Ante esta decisión, varios gobiernos regionales, incluido uno dirigido por los socialistas, planean crear sus propios premios taurinos.
Mientras tanto, la Fundación del Toro de Lidia y los defensores de los derechos de los animales han expresado puntos de vista opuestos sobre la medida, marcando un hito en el debate sobre la controvertida práctica de la tauromaquia en España.
