Anoche, México marcó un logro histórico al elegir a su primera presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, con una ventaja contundente según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE). Con un margen estimado entre el 58.3% y el 60.7%, Claudia Sheinbaum lidera una victoria que asegura un segundo mandato consecutivo para Morena en el poder máximo del país.
El panorama legislativo también refleja un dominio abrumador para Morena y sus aliados, con un control tan amplio que podrían alcanzar la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, permitiéndoles aprobar reformas constitucionales sin necesidad de incluir a la oposición. Según el conteo rápido del INE, Morena asegura entre 76 y 88 escaños en el Senado, y entre 346 y 380 en la Cámara de Diputados, superando ampliamente el umbral requerido para la mayoría calificada en ambas cámaras.
A pesar de la aparente participación numerosa en las 170 mil casillas instaladas en todo el país, las cifras oficiales del INE revelan que la participación ciudadana se situó entre el 60% y el 61.5%, cifra ligeramente inferior a la registrada hace seis años.
El camino hacia esta victoria no estuvo exento de desafíos. A lo largo de la jornada electoral, se reportaron diversos incidentes en casillas de la Ciudad de México, Querétaro y San Luis Potosí, incluyendo intentos de robo de urnas y quema de boletas. Sin embargo, estos problemas fueron solucionados y no afectaron significativamente el resultado final, según informó el propio instituto electoral.
Claudia Sheinbaum, egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ha recorrido un largo camino desde sus días como activista estudiantil hasta convertirse en la primera mujer en ocupar la presidencia de México. Su victoria electoral, gestada desde la competencia interna de Morena, representa un hito para la Cuarta Transformación y para la inclusión de las mujeres en la política mexicana.
En su discurso de aceptación, Sheinbaum agradeció el respaldo del pueblo mexicano y se comprometió a gobernar con humildad y responsabilidad, manteniendo el legado de la Cuarta Transformación y trabajando por el bienestar de todos los mexicanos. Con este triunfo, México inaugura un nuevo capítulo en su historia política, marcado por la ascendencia de una nueva generación de líderes comprometidos con el cambio y la justicia social.
