El Pentágono confirmó que el submarino de propulsión nuclear estadounidense USS Helena ha llegado a Cuba, específicamente a la Bahía de Guantánamo, como parte de una visita programada. Este movimiento se produce un día después de que un submarino nuclear ruso, el Kazan, hiciera una escala en La Habana.
El Comando Sur de Estados Unidos aseguró que la presencia del USS Helena en Cuba forma parte de un traslado previamente planificado y rutinario. El organismo militar también ha subrayado que monitorea de cerca las actividades de los buques rusos en la región, aunque no considera que representen una amenaza directa.
El submarino USS Helena, perteneciente a la clase Los Angeles, es un buque de ataque rápido de propulsión nuclear con una eslora de 110 metros. Actualmente, la Marina estadounidense opera 41 submarinos de esta clase, la mayor cantidad en el mundo.
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El despliegue simultáneo de buques de guerra tanto de Estados Unidos como de Rusia en las aguas cercanas a Florida ha suscitado atención debido al contexto de tensiones internacionales, incluyendo la situación en Ucrania y la histórica relación de Cuba con Rusia desde la crisis de los misiles en 1962.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, ha declarado que no hay evidencia de que Rusia esté transfiriendo misiles a Cuba. Mientras tanto, desde Moscú se ha instado a mantener la calma, describiendo el despliegue como una práctica normal entre las potencias marítimas.
El incidente recuerda momentos críticos de la Guerra Fría, como la crisis de los misiles en Cuba, que estuvo al borde de un conflicto armado entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
