Este lunes, una fábrica de baterías de litio en Corea del Sur se incendió después de que varias baterías explotaran, matando a 22 trabajadores, la mayoría de ellos ciudadanos chinos, dijeron los bomberos.
Los bomberos de la ciudad de Hwaseong, a 45 kilómetros al sur de Seúl, capital de Corea del Sur informaron del hallazgo de «una veintena de cuerpos» en el interior de una fábrica de baterías de litio afectada por un grave incendio, según adelantó la agencia Yonhap.
El incendio arrojó en principio un balance de un fallecido y tres heridos. El siniestro se originó en torno a las 10.30 hora local y, durante horas, los bomberos indicaron que no se había podido contactar con 21 de los 67 empleados que se encontraban trabajando en la planta de la empresa Aricell, por lo que se temía por la vida de todos ellos
Horas más tarde, la agencia de noticias Yonhap informó del macabro hallazgo por parte de los bomberos de unos 20 cadáveres. «Fueron hallados unos 20 cuerpos» en el lugar, indicó Yonhap, citando a un miembro de los bomberos del operativo, quien asimismo aseguró que el incendio ya está controlado.
Las víctimas probablemente sucumbieron al gas extremadamente tóxico pocos segundos después de que el incendio se saliera de control, dijeron los funcionarios. No estaba claro qué causó las explosiones y el incendio se extinguió en gran medida en unas seis horas.
Entre los muertos se encuentran dieciocho trabajadores chinos, dos surcoreanos y un laosiano. La nacionalidad del otro trabajador fallecido aún no ha sido confirmada, dijo a los periodistas Kim Jin-young, funcionario del servicio de bomberos de Hwaseong, citando información de funcionarios de la empresa.