Quedan cinco días para que las personas que van a votar por primera vez y a aquellas que necesitan hacer cambio de domicilio en su credencial de elector puedan acudir a los módulos del INE, que ya están saturados y reportan largas filas para la atención de la ciudadanía. De acuerdo con los datos más recientes, el organismo que dirige la consejera Guadalupe Taddei ya rebasó los más de 100 mil trámites diarios en sus poco más de 850 módulos en todo el país. Y es que los mexicanos, a quienes les gusta por identidad nacional dejar todo hasta e último minuto, tienen hasta este 22 de enero para realizar el trámite y tener acceso así a la denominada madre de todas las elecciones, los “comicios más importantes de la historia”. En México, el abstencionismo electoral presenta varios riesgos y consecuencias significativas. La situación es preocupante, dada la importancia de estas elecciones en términos de la cantidad de cargos públicos en juego y el número de votantes involucrados. Según un informe de The Economist, México se clasifica como un país con un régimen híbrido, combinando elementos democráticos y autoritarios. La baja participación electoral puede agravar esta situación, ya que indica una desconfianza y desencanto hacia el sistema político y las instituciones democráticas, pero puede servir además al gobierno en turno para eternizarse en el poder. Además, la abstención o el voto nulo tienen un impacto en la distribución del financiamiento público a los partidos políticos. Esto significa que, independientemente de la participación, los fondos se distribuirán y podrían terminar beneficiando a partidos que no representan los ideales de una gran parte de la población. Además, una baja participación electoral puede resultar en que decisiones importantes sean tomadas por un número reducido de personas, afectando a toda la población??. En 2018, el abstencionismo fue del 37%, lo que indica que un cambio en la participación podría haber alterado significativamente los resultados electorales. La balanza está en equilibrio y un solo voto lo puede cambiar todo. Trampas como oficializar un “puente” el fin de semana de la elección, es una treta más para inhibir el voto. De aquí al 2 de junio veremos lo más sucio de la política mexicana, esperando que no nos salpique. El antídoto es votar.
Todo indica que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y sus gobernadores de Morena, hasta el más chimuelo masca clavos. El gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ha sido vinculado a una red de lavado de dinero y desvío de recursos. La Fiscalía Anticorrupción local recibió una denuncia en su contra, involucrando también a familiares y otros funcionarios de su administración por ocultar el origen, la propiedad y el destino de recursos millonarios. Estos recursos habrían sido triangulados en diversas cuentas bancarias, lo que podría configurar también lavado de dinero??. Entre los involucrados se encuentran Ulises Bravo Molina, medio hermano de Blanco y dirigente del Partido Encuentro Solidario en Morelos, señalado por empresarios como el “señor 20 por ciento” encargado de los “moches” para la autorización de los contratos de obra pública o concesiones. Otros nombrados en la denuncia son Edgar Riou Pérez, primo y secretario particular de Blanco, y Jaime Tamayo Godínez, apoderado de la “Cuauteminha”, marca comercial del exjugador de futbol??. La Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República detectaron desde junio de 2020 redes de lavado de dinero y cuentas millonarias en el entorno de Cuauhtémoc Blanco, con operaciones datando desde su periodo como Presidente Municipal de Cuernavaca (2016-2018)??. La denuncia fue presentada por el abogado Enrique Paredes Sotelo, quien en su momento extendió la constancia de residencia en Morelos a Blanco Bravo, permitiéndole postularse a la alcaldía de Cuernavaca. Esta denuncia se suma a una investigación anterior de la UIF, la cual incluyó nombres similares y mencionó montos millonarios en transacciones financieras que llevaron a la presunción de desvío de recursos públicos y posible lavado de dinero??. Cuauhtémoc Blanco ha negado las acusaciones, atribuyéndolas a intentos de desestabilizar su gobierno y dañar su imagen. Qué rápido aprendió los tejes y manejes de la política. Hacerse el desentendido y negarlo. Todo es parte del manual de quienes están a cargo de gobernar este país.
Es asombrosa la manera en que los políticos mexicanos cambian de piel. En el pasado, quienes o gobiernan, tenían como una de sus herramientas esenciales, las marchas, las manifestaciones, las protestas. Las movilizaciones masivas. Hoy todo ha cambiado. Una marcha ciudadana, convocada por organizaciones civiles para el 18 de febrero, ha desatado controversia en México. Mario Delgado, líder nacional de Morena, ha expresado preocupaciones acerca de esta manifestación, denominada «Marcha por Nuestra Democracia», argumentando que podría violar la veda del periodo intercampaña al considerarla un acto político disfrazado de activismo de la sociedad civil. Delgado ha señalado que la participación de Lorenzo Córdova, ex presidente del Instituto Nacional Electoral, como único orador de la marcha, la convierte en un acto partidista y ha acusado a Córdova de ser un representante del PAN????????. La marcha está siendo organizada por grupos como Unid@s, #MareaRosa y el Frente Cívico Nacional, y circula en redes sociales. Delgado ha cuestionado la intención de la marcha, sugiriendo que podría ser un acto político encubierto y ha expresado que revisará con abogados si esta viola la ley electoral????. Por otro lado, la reacción de la sociedad civil ante las declaraciones de Delgado es de preocupación y acusación de represión. Se alega que el partido del gobierno intenta silenciar las voces de la sociedad civil al tratar de frenar su derecho de manifestación??. La acusación de Mario Delgado hacia la marcha es un intento fallido. Es esencial recalcar que la democracia no solo se ejerce en las urnas, sino también en las calles, a través de la expresión pacífica y organizada de los ciudadanos. Impedir o deslegitimar estas manifestaciones puede interpretarse como un intento de limitar el espacio democrático y la participación ciudadana. Pero sobre todo transite lo que el oficialismo no quisiera: el temor de que la oposición siga creciendo como hasta ahora y les arrebate el triunfo el 2 de junio. Mario Delgado y los suyos dan cátedra de cómo mover masas; pero ¿ya ven que no es lo mismo es estar del otro lado de la barrera?
