Sigue la mala racha en Presidencia

La mala racha no acaba en el gobierno federal con la filtración de datos de periodistas que van a Presidencia.
Sigue la mala racha en Presidencia

La mala racha no acaba en el gobierno federal. La filtración de datos personales de más de 300 periodistas que asisten regularmente a las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador representa un grave fallo en la seguridad de la información y un potencial riesgo para la integridad de los periodistas afectados. El primer responsable directo acusado es Jesús Ramírez Cuevas, quien coordina la comunicación de Palacio Nacional. El presidente López Obrador confirmó que las redes de la Presidencia de la República fueron objeto de un hackeo, y atribuyó la responsabilidad a la oposición de su gobierno, argumentando que el hackeo busca sembrar la idea de que su administración persigue y censura a la prensa??. Como si no fuera cierto. Este incidente es especialmente preocupante pues la relación del gobierno con la prensa ha ido a la baja en esta administración. A pesar de que López Obrador asegura que su gobierno no persigue a los periodistas, su mandato ha sido marcado por tensiones y críticas hacia los medios. La filtración de datos personales, incluyendo credenciales de elector, correos electrónicos y domicilios, no solo vulnera la privacidad de los periodistas sino que también plantea preguntas sobre la eficacia de las medidas de seguridad implementadas por el gobierno para proteger la información sensible. Y no sólo en este sector sino en todo lo que se refiere al manejo del país. Esta vulnerabilidad informática es un riesgo de un potencial del cual no hemos visto hasta ahora ejemplo alguno. La respuesta del gobierno a este incidente debía ser crucial, pero será nula. Si bien se ha anunciado una investigación y la presentación de una denuncia correspondiente, se necesitaría una total transparencia y eficacia, rasgos desconocidos para quienes dirigen la nación. Este suceso refleja una ironía y contradicción en la postura del presidente, quien por un lado promete proteger a los periodistas, mientras por otro, ha mantenido una postura de confrontación hacia los medios, que incluye el atentado al periodista Ciro Gómez Leyva, cuyas verdaderas causas se desconocen a más de un año de haber sucedido.

El discurso de Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Ricardo Monreal, quien anunció su renuncia a Morena, es un claro indicativo de las crecientes tensiones internas en el partido y una severa crítica a la dirección actual del movimiento de la Cuarta Transformación. Durán acusa al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de desviar a México hacia un régimen autoritario, antidemocrático y militarista, una postura que ha mantenido desde hace tiempo como crítico interno del partido. Entre las frases más destacadas de su discurso, Díaz Durán señaló que la actual administración ha fallado a la población mexicana, especialmente a los casi 200 mil muertos que, según él, habrá al concluir el sexenio. Criticó duramente la política de seguridad del gobierno, acusando que ha convertido a México en «un charco de sangre», así como la gestión de la salud y la falta de medicamentos. También mencionó que la pobreza sigue siendo una tarea pendiente y que la «mafia del poder» ha mejorado sus utilidades con el 80% de los contratos gubernamentales. El exmorenista también criticó los ataques a la libertad de expresión del presidente López Obrador contra la prensa y manifestó que no sería cómplice de la censura. Según Díaz Durán, el movimiento de la Cuarta Transformación se ha convertido en la «cuarta traición a México», y el gobierno morenista se encamina hacia el autoritarismo. Hizo un llamado a «refundar la nación» y a instaurar en México un régimen democrático donde se respete la ley y la Constitución. Estas declaraciones de Alejandro Rojas Díaz Durán son una crítica demoledora a la dirección del partido Morena y al gobierno de López Obrador, y refleja una división interna que podría tener implicaciones significativas para el futuro político del partido y del país??????????. Y lo peor para Mario Delgado, el líder nacional morenista, es que esta desbandada de dignidad apenas comienza.

El involucramiento de «La Hora Nacional» en la promoción de Claudia Sheinbaum constituye un uso indebido de un medio gubernamental para fines político-electorales, una práctica que atenta contra la democracia y la ley electoral en México. Tradicionalmente, este programa se ha centrado en la difusión de la cultura, arte y tradiciones del país, pero este domingo incluyó secciones de «desmentidos» enfocadas en Sheinbaum. Este cambio es preocupante, ya que sugiere una manipulación gubernamental de los medios para influir en el proceso electoral, lo que amenaza la equidad, la transparencia y la confianza en las instituciones democráticas. La politización de espacios gubernamentales es especialmente problemática en un contexto democrático, donde la imparcialidad y la objetividad de los medios estatales son fundamentales. Esta práctica no solo vulnera la ley electoral, que prohíbe el uso de recursos públicos en favor de un candidato, sino que también puede ser vista como un indicio de miedo de la Presidencia ante el crecimiento en las preferencias electorales de Xóchitl Gálvez, la candidata opositora. Además, recuerda a tácticas utilizadas por gobiernos autoritarios en América Latina, lo que genera preocupación sobre la dirección del gobierno actual y el futuro de la democracia en México. Este tipo de acciones mina la confianza pública en el gobierno y en los procesos democráticos, y contribuye a la polarización social. Al utilizar recursos estatales para promover intereses partidistas, el gobierno no solo infringe normas electorales, sino que también pone en riesgo la igualdad de condiciones entre los contendientes electorales. Este abuso de poder es inaceptable en una sociedad que valora la democracia, la justicia y la equidad, y debe ser denunciado y corregido para preservar la integridad del sistema político y el respeto a los derechos de los ciudadanos. Cuando uno piensa que los políticos, de todos los partidos, no pueden ser más viles, nos demuestran lo contrario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

noticias relacionadas