Violencia en México: Se cuestiona la efectividad de estrategias de seguridad

Violencia en México: Se cuestiona la efectividad de estrategias de seguridad
Violencia en México: Se cuestiona la efectividad de estrategias de seguridad

El ranking de las ciudades más peligrosas del mundo en 2023, basado en la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, subraya una alarmante realidad para México: seis de las diez ciudades más peligrosas están en territorio mexicano. Celaya, Tijuana, Ciudad Juárez, Ciudad Obregón, Irapuato y Ensenada encabezan esta lista, con tasas de homicidio que superan los 90 por cada 100 mil habitantes. Esta situación plantea serias interrogantes sobre la efectividad de las estrategias de seguridad pública y la capacidad de los gobiernos locales y federales para enfrentar la violencia. El estado de Guanajuato, con dos ciudades en los primeros lugares (Celaya e Irapuato), enfrenta un desafío mayúsculo bajo el liderazgo del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, del Partido Acción Nacional. La violencia en Guanajuato, alimentada por la lucha entre carteles y grupos criminales, refleja la falta de control territorial y la debilidad institucional. Las políticas implementadas hasta ahora no han logrado contener la espiral de violencia, lo que exige una reevaluación de las estrategias de seguridad y una mayor coordinación entre los distintos niveles de gobierno. Baja California, bajo la administración de Marina del Pilar Ávila Olmeda de Morena, enfrenta una situación similar con Tijuana y Ensenada. La proximidad a la frontera con Estados Unidos convierte a Tijuana en un punto estratégico para el narcotráfico y otros delitos transnacionales. La violencia en estas ciudades no solo afecta la seguridad de los habitantes, sino también la economía local y la percepción internacional de México. Ciudad Juárez, en Chihuahua, gobernada por María Eugenia Campos Galván, es un caso emblemático de violencia extrema, con un historial de feminicidios y narcoviolencia que continúa desafiando las capacidades del estado. Sonora, con Alfonso Durazo Montaño al frente, y Michoacán, bajo Alfredo Ramírez Bedolla, ambos de Morena, enfrentan retos similares con Ciudad Obregón y Uruapan, respectivamente. La violencia en estas áreas se debe en gran medida a la presencia de carteles que luchan por el control de rutas y territorios. Zacatecas, bajo David Monreal Ávila (Morena), y Acapulco, gobernada por Evelyn Salgado Pineda (Morena), también reflejan esta tendencia de violencia imparable. La lucha interna entre grupos criminales y la respuesta ineficaz del gobierno han llevado a un aumento constante de los homicidios. Esto no es cuestión de colores. Todos los partidos tropiezan por igual, oro hay que preguntarnos ¿hasta cuándo?

 

 

El partido Movimiento Ciudadano esta sumergido en un considerable caos y divisiones internas, especialmente tras las tensiones entre el senador Dante Delgado y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro. Esta fractura ha generado una serie de eventos y declaraciones que reflejan una profunda crisis dentro del partido. El conflicto entre Dante Delgado y Enrique Alfaro tiene sus raíces en diferencias de visión y estrategia política. Dante Delgado, como líder moral y fundador del partido, ha promovido una línea de independencia política, rechazando alianzas con otras fuerzas políticas tradicionales como el PRI, PAN y PRD. Esta postura busca posicionar a MC como una alternativa genuina en el panorama político mexicano. Por otro lado, Enrique Alfaro ha adoptado una postura más pragmática, sugiriendo la necesidad de formar alianzas estratégicas para fortalecer la posición de MC en el contexto electoral de 2024. Alfaro ha argumentado que sin estas alianzas, el partido podría quedar marginado en las elecciones presidenciales y legislativas, lo cual es visto por algunos como una amenaza para la viabilidad política de MC en el corto plazo. La tensión alcanzó un punto álgido con declaraciones públicas. Enrique Alfaro, en diversas ocasiones, ha criticado la estrategia de Delgado, sugiriendo que la falta de flexibilidad podría ser perjudicial para el partido. En respuesta, Delgado ha reafirmado su compromiso con la independencia de MC y ha cuestionado la lealtad de Alfaro a los principios fundacionales del partido. La confrontación ha tenido consecuencias inmediatas dentro de Movimiento Ciudadano. Ha habido reportes de deserciones y descontento entre los miembros del partido, lo que ya debilitó la estructura interna. Además, la imagen pública de MC ha sufrido, presentándose como un partido de juguete que se toma las cosas muy a la ligera. El caos dentro de Movimiento Ciudadano apenas comienza, con Alfaro calificando a su partido de banal, después de la campaña fosfo fosfo que no llevó al partido naranja sino hacia un abismo del que difícilmente saldrán.

 

 

El nexo entre los gobiernos locales en México y el crimen organizado sigue siendo un problema alarmante en 2024. Las investigaciones y denuncias recientes presentadas ante la Procuraduría General de la República reflejan la profundidad de esta complicidad, afectando gravemente la gobernabilidad y la seguridad en varias regiones del país. En Veracruz, se han documentado vínculos estrechos entre funcionarios municipales y grupos criminales como «Los Chivos». Testimonios recientes indican que estos grupos no solo controlan las finanzas y obras públicas municipales, sino que también imponen una vigilancia estricta sobre los alcaldes, utilizando la violencia y el terror para asegurar su cooperación. Este control se extiende a la manipulación de las fuerzas de seguridad locales, sustituyendo a la policía municipal con individuos ligados a actividades delictivas??. En Guerrero, el caso de Félix Salgado Macedonio, exalcalde de Acapulco, sigue siendo un ejemplo paradigmático. Durante su mandato, Salgado Macedonio supuestamente recibió pagos regulares del cártel de los Beltrán Leyva, permitiendo que sicarios operaran libremente en la ciudad. Esta colaboración incluía la provisión de uniformes auténticos de la Agencia Federal de Investigación para facilitar operaciones conjuntas entre sicarios y autoridades corruptas??. A nivel federal, y hablando del pasado que np quieres que regrese, el caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, destaca por su gravedad. García Luna está acusado de haber colaborado con el Cártel de Sinaloa, proporcionando información crucial y protección operativa. Su complicidad con el crimen organizado durante su mandato ilustra la penetración del narcotráfico en las más altas esferas del gobierno mexicano, socavando la lucha contra el narcotráfico y perpetuando la violencia??. Estos ejemplos reflejan un patrón de corrupción sistémica y colusión que requiere respuestas contundentes y reformas profundas. Es fundamental fortalecer la autonomía y transparencia de las fiscalías, implementar programas de protección para testigos y mejorar la profesionalización y condiciones laborales de los agentes de seguridad pública. Solo mediante un enfoque integral y coordinado se podrá romper el ciclo de impunidad y restaurar la confianza en las instituciones democráticas mexicanas, esenciales para la paz y la prosperidad del país. Pero sin duda el discurso de la transformación va en sentido contrario a la lógica. No esperemos demasiado.

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