El piloto británico de Fórmula 1, Lewis Hamilton, confirmó a través de un conmovedor mensaje en sus redes sociales la muerte de su inseparable bulldog inglés, Roscoe, a quien tuvo que sacrificar tras una dura batalla contra la neumonía.
Hamilton explicó que Roscoe falleció la noche del domingo 28 de septiembre, luego de permanecer delicado durante tres días. El siete veces campeón del mundo compartió con sus seguidores la difícil decisión que enfrentó, describiéndola como “una de las experiencias más dolorosas” de su vida.
El británico aseguró sentirse profundamente identificado con quienes han sufrido la pérdida de una mascota: “Nunca había tenido que sacrificar a un perro. Aunque fue duro, tenerlo fue una de las partes más hermosas de la vida, amarlo tan profundamente y ser amado a cambio”. Roscoe era considerado uno de los perros más carismáticos y queridos en el paddock de la Fórmula 1, acompañando al piloto en múltiples viajes y competencias.








