En el Acapulco, Guerrero, de los olvidados el olor putrefacto vaticina enfermedad, han pasado cinco días y lejos de recibir ayuda para quitar el lodo, ahora tienen que enfrentar un toque de queda dictado por la delincuencia que amenaza con ingresar a los domicilios la tarde de este domingo.
Sin energía eléctrica y anegados en lodo, los vecinos del fraccionamiento arboleda, de la colonia Postal, se han organizado para evacuar ancianos y bebés, conseguir alimentos y montar una vigilancia con fogatas durante la noche y asi evitar que roben las casas.
Axel Espinoza, vecino del fraccionamiento La Arboleda, explicó a gritos y sumergido en lodo, «ya nos preocupa necesitamos seguridad, porque ya hay gente que se está metiendo a las casas, tememos por nuestras vidas, yo tengo una hija y mi esposa, no las podemos dejar solas porque tememos que les vaya a pasar algo».
En esa unidad habitacional hay en total 700 viviviendas, los portones que controlaban el acceso fueron derribados y el riesgo de ser robados por la noche los ha obligado a montar guardia, en el perímetro de este conjunto habitacional, que se encuentra atrás de la Central de Abasto de Acapulco.
Luis Alberto Lorenzo García, también vecino de La Arboleda, precisó que el pasado sábado, «Ayer en la noche incluso varios vecinos salimos a hacer guardia, -¿rondines?-, sí rondines, estuvimos así como, ¿como le llaman en México?,como barrio bravo Tepito, (chifla), toda la noche chiflidos, donde para alguien desconocido vamonos todos para alla».
Los testimonios sobre los saqueos en casas, indican que no sólo se ha presentado en los barrios y colonias populares, también afectan a las zonas más exclusivas del puerto, que no se encuentran en la costera, por eso muchos decidieron dejar la ciudad de Acapulco y refugiarse en Chilpancingo como Carolina Espín, una joven madre que considera que por el momento el puerto es inhabitable.
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