Aunque en 2024 se vendieron más de 16 millones de vehículos en Estados Unidos, los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump podrían ocasionar una caída de 1 millón de unidades vendidas.
Aunado a este escenario negativo para Estados Unidos, si el presidente Donald Trump insiste en la guerra arancelaria y continúa con su idea de solo comprar vehículos hechos en su país, entonces tendría que instalar de 16 a 18 nuevas plantas.
Para ello, de acuerdo con la Industria Nacional de Autopartes (INA) requeriría una inversión de más de 50 mil millones de dólares, a fin de dejar de importar vehículos de Canadá y México.
Estas cifras no contemplan las instalaciones para la generación de autopartes que requieren las plantas automotrices, así como el personal que requerirían para operarlas.
Para Francisco González Díaz, presidente de la INA, los aranceles del 25%, elevarían en 3 mil dólares el precio promedio de los automóviles, por lo cual el mercado estadounidense sería afectado por las medidas del mandatario.
De acuerdo con el INA, de los cinco millones de personas que laboran a lo largo de todos los eslabones de la industria automotriz, más de tres millones se encuentran localizados en Estados Unidos, por lo cual no hace sentido la guerra de aranceles ni tampoco decir que quiere fortalecer la industria automotriz de su país, ya que del T-MEC, EU es quien domina la fuerza laboral.
Finalmente, el directivo de la INA consideró que en los próximos meses se vislumbran claroscuros en la industria debido a las inconsistencias de los mensajes.