La Secretaría de Desarrollo Rural de Chihuahua mantiene gestiones con autoridades federales y estadounidenses para lograr la reapertura de la frontera a la exportación de ganado, luego de los cierres derivados por el brote del gusano barrenador que afectó a la región.
En reuniones recientes con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y con representantes del Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales (APHIS) de Estados Unidos, se revisaron los protocolos sanitarios y se planteó la acreditación de médicos veterinarios chihuahuenses especializados. El objetivo es garantizar el control sanitario, generar certeza entre los productores locales y reactivar el flujo comercial que fue interrumpido desde mayo.
El estado ya había logrado avances con la apertura de los cruces en Palomas y San Jerónimo durante julio; sin embargo, un nuevo brote detectado en Veracruz obligó al gobierno estadounidense a suspender de nuevo las operaciones. El cierre ha generado pérdidas estimadas en hasta 700 millones de dólares y afectado a más de 650 mil cabezas de ganado en entidades como Chihuahua y Sonora.
Las autoridades locales subrayaron que se mantienen medidas estrictas de vigilancia, desparasitación y liberación de moscas estériles para contener la plaga, y confiaron en que la reapertura se concrete en breve para proteger la economía ganadera de la región.