Ni el frío o que tuvieran que caminar más de dos kilómetros cuesta arriba, detuvo a decenas de familias que querían llegar a las faldas del Iztaccihuatl y Popocatepetl para poder disfrutar de la nieve.
«Nos venimos en la camioneta, al principio fue algo muy raro, porque abajo estaba algo resbaloso, pero ya subiendo nos bajamos y dejamos el carro abajo y subimos caminando y fue muy divertido porque veníamos jugando con la nieve y así esta resbaloso pero divertido», dijo Yonuem, una visitante de la Ciudad de México.
El marco de los volcanes vestidos de Blanco, fue perfecto para para una guerra de bolas de nieve, hacer angelitos tirados en la nieve o sacar la creatividad para construir un muñeco, lo que iluminaban el rostro de quienes venían por primera vez la nieve.
‘Es la primera vez que conocemos, es la primera vez que venimos…Nos pusimos a jugar que guerrita de nieva, muñecos de nieve a tener ese contacto con la naturaleza y sobre todo con algo que no conocíamos», señaló otro visitante.
Algunas personas incluso aprovecharon para festejar su cumpleaños con una buena lluvia de bolas de nieve.
Por lo cristalizado del pavimento, la policía estatal estableció un retén en el paraje conocido como las Palomas en donde los vehículos debieron permanecer y quienes quisieran aventurarse deberían caminar para jugar y ver a los volcanes o solo caminar en las inmediaciones hasta donde les permitieron llegar.