Después de varias semanas con cifras alarmantes, los contagios de sarampión en la entidad comienzan a registrar una tendencia a la baja. De acuerdo con datos oficiales, la curva de transmisión alcanzó un pico de más de 300 casos en abril y se mantuvo por arriba de los 200 contagios semanales durante cerca de un mes, lo que encendió las alertas sanitarias. Sin embargo, en las últimas semanas la incidencia ha disminuido de manera sostenida, con apenas 56 casos reportados entre el 10 y el 16 de agosto.
La reducción coincide con la estrategia de vacunación desplegada desde mediados de julio, en la que brigadas médicas recorrieron municipios como Chihuahua, Juárez y Cuauhtémoc para aplicar dosis en centros de salud y directamente en los hogares. En ese periodo se administraron más de 212 mil vacunas, lo que permitió frenar la propagación del virus. A pesar de este avance, la cobertura todavía no alcanza los niveles recomendados por la Organización Panamericana de la Salud y la OMS, que señalan la necesidad de inmunizar a más de un millón de personas menores de 40 años.
Las autoridades de salud subrayaron que la baja en contagios es una señal positiva, pero insistieron en no bajar la guardia: completar el esquema de vacunación es la única forma de evitar un repunte de casos y poner fin al brote.
