Este sábado en un rápido evento llevado a cabo en Guerrero Negro, Municipio de Mulegé en el estado de Baja California Sur, se llevó a cabo el acto y acuerdo de Nacionalización por parte del Gobierno de México y la Japonesa Mitsubishi Corp. de «Exportadora de Sal S.A. de C.V, empresa en la que el gobierno tenía una participación del 51% de sus acciones y que ahora, ostenta el 100%.
Todo comenzó con el magnate naviero estadounidense Daniel K. Ludwig obtuvo una concesión para la exploración de la sal de parte del gobierno mexicano en 1954, iniciando formalmente operaciones el 7 de abril de 1954. Años después, en la década de 1960, la empresa japonesa Mitsubishi se convirtió en el principal cliente de ESSA para después comprar la operación completa en 1973 por $18 millones de pesos. Desde 1976 ESSA es propiedad conjunta del gobierno mexicano (51%) y Mitsubishi (49%). A partir de 2014, Exportadora de Sal SA era mencionada como la salinera, productora y exportadora de sal más grande del mundo, con una producción anual de 8 millones de toneladas.
Pero fue hasta este sábado cuando el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegó a Baja California Sur a recuperar la Exportador de Sal al 100% para el Gobierno Mexicano.
La firma del Acuerdo de Nacionalización fue llevada a cabo por la Doctora Martha Laura Bolívar Meza Directora de Crédito, Finanzas y Administración del Fideicomiso de Fomento Minero y por el Representante legal de Mitsubishi Nakaba Aoyagui.
El Presidente de México Andrés, Manuel López Obrador dijo que “Es un buen propósito que tengamos en el poder de la nación esta empresa que se salvo de que fuese privatizada, queremos dejar a salvo este patrimonio de todos los mexicanos para que no se corra ningún riesgo, porque la privatización no ha ayudado a México. Privatizar es sinónimo de corrupción.”
Y es que la corrupción llegó a Exportadora de Sal en varios rubros como la compra de barcazas para la transportación de la sal y el manejo de la “salmuera” es decir los desechos de la sal procesada.
