En la búsqueda de soluciones para enfrentar la escasez de agua, especialmente en regiones vulnerables como Aguascalientes, la gobernadora Tere Jiménez dirigió durante el primer trimestre del 2024, la atención hacia el bombardeo de nubes como una técnica para el abastecimiento de agua en ese estado.
El bombardeo de nubes, también conocido como “siembra de nubes”, implica la introducción de sustancias nucleantes en nubes en desarrollo con el fin de modificar los procesos de formación de precipitación. Aunque esta técnica puede parecer futurista, su desarrollo se remonta a décadas de investigación meticulosa y experimentación científica.
Desde los años 40, investigadores han explorado métodos para influir en los patrones climáticos, utilizando tecnologías avanzadas y conocimientos en física atmosférica para mejorar la eficiencia de las tormentas y, potencialmente, incrementar la cantidad de precipitación en áreas críticas.
Fernando García García, destacado investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, señaló la importancia de seleccionar cuidadosamente las nubes adecuadas para estimulación artificial.
En su análisis, García García subraya que, si bien la teoría respalda la posibilidad de inducir precipitaciones desde las nubes, la práctica enfrenta desafíos significativos debido a la variabilidad natural de las condiciones atmosféricas.
Este enfoque, sin embargo, representa un avance prometedor hacia la gestión proactiva del agua en México, particularmente en regiones como el norte del país, donde la sequía crónica amenaza sectores fundamentales como la agricultura y la ganadería.
Durante el reciente seminario «Siembra de Nubes para el Aumento de la Precipitación: Una Revisión», García García compartió sus hallazgos sobre los avances y los obstáculos en el campo de la modificación del clima.
Reconociendo que los resultados de estas técnicas han sido variables y objeto de debate científico, y destacó la necesidad continua de investigación rigurosa y colaboración interdisciplinaria para perfeccionar la aplicación del bombardeo de nubes y maximizar su potencial beneficio.
México, a la vanguardia en la implementación de estrategias de modificación climática, ha realizado experimentos significativos en diversos estados, incluyendo Sonora y Sinaloa, donde operaciones continuas son respaldadas por esfuerzos coordinados entre el gobierno federal, estatal y entidades científicas.
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Estos esfuerzos no solo reflejan un compromiso firme con la innovación tecnológica, sino también con la sostenibilidad ambiental y el bienestar económico de las comunidades afectadas.
El bombardeo de nubes emerge como una herramienta prometedora en la lucha contra la escasez de agua, resaltando la importancia crítica de la investigación científica continua, la colaboración interinstitucional con organismo como el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), en la capital y el compromiso gubernamental para impulsar soluciones climáticas resilientes y adaptativas.
Esta innovación no solo ofrece esperanza para mitigar los efectos del cambio climático, sino que también subraya la necesidad urgente de estrategias proactivas y sostenibles para proteger nuestros recursos hídricos y asegurar un futuro más resiliente para todos.