70% de europeos tiene un gen que predispone a trastornos psiquiátricos

70% de europeos tiene un gen que predispone a trastornos psiquiátricos

‘Un 70% de europeos tienen un gen denisovano que predispone a trastornos psiquiátricos’.

El término homínido de Denísova, o simplemente denisovano, es el nombre dado a una especie o subespecie del género Homo, identificada a través del análisis del ADN de restos óseos descubiertos en 2010 en las cuevas de Denísova, en Altái y que pertenecieron a una niña a la que se denominó mujer-X.

Un equipo de investigación liderado por Elena Bosch, del Institut de Biologia Evolutiva (UPF-CSIC) y Rubén Vicente, de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), identificó la contribución genética de los denisovanos más extendida entre humanos.

Se trata de una variante del gen SLC30A9 que afecta a la regulación del zinc.

Su herencia representó una ventaja evolutiva en la adaptación al frío de los Homo sapiens , que provenían de entornos más cálidos. Pero también se asocia a una mayor predisposición a sufrir trastornos neuropsiquiátricos, como la depresión o la esquizofrenia.

Publicaron sus resultados en la revista Plos Genetics.

¿Somos más denisovanos o neandertales?

Elena Bosch (E.B.) Como europeos, entre un 1% y un 2% de nuestro genoma conserva la herencia de los neandertales. Sin embargo, la huella de los denisovanos es mucho menor. Ahora bien, otros estudios han permitido observar que en el ADN de los asiáticos actuales se encuentra un mayor predominio denisovano.

¿En el caso del gen denisovano que han estudiado, está muy extendido entre los europeos?

E.B. Su frecuencia es muy elevada. Actualmente la variante genética que hemos heredado de los denisovanos se encuentra en el genoma del 70% de los europeos. En Asia se ha visto que está fijada en el ADN de casi toda la población.

¿Extendido, y además con un papel importante para nuestra salud?

E.B. Efectivamente. Esta variante del gen codifica el transportador del zinc y lo modifica. El zinc es un oligoelemento que se encuentra en la dieta y que está implicado en muchos procesos clave del ser humano.

Su carencia puede provocar problemas de salud, alteraciones del crecimiento, neurológicas e inmunitarias. La concentración del zinc en nuestro cuerpo está regulada de forma muy precisa por un engranaje muy complejo formado por 24 transportadores que lo mezclan y distribuyen a través de las diferentes células y tejidos de nuestro cuerpo.

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