El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha anunciado su intención de prohibir la importación de vehículos inteligentes provenientes de China que incorporen software de tecnología china o rusa. Esta medida, fundamentada en preocupaciones de seguridad nacional, busca proteger las cadenas de suministro automotriz estadounidenses de posibles amenazas extranjeras.
En un comunicado de prensa emitido este lunes, la Casa Blanca expresó: “Los fabricantes de automóviles chinos están tratando de dominar las tecnologías de vehículos conectados en los Estados Unidos y en todo el mundo, lo que plantea nuevas amenazas a nuestra seguridad nacional, incluso a través de nuestras cadenas de suministro. La Administración Biden-Harris se ha comprometido a garantizar que nuestras cadenas de suministro de automoción sean resistentes y seguras frente a las amenazas extranjeras”.
Esta decisión surge tras una investigación realizada por el gobierno de Estados Unidos, que identificó riesgos significativos para la seguridad nacional derivados de la dependencia de tecnologías provenientes de China y Rusia. La medida recuerda la prohibición previa impuesta a Huawei en el ámbito de la red 5G estadounidense, motivada por temores de espionaje.
Según el comunicado, la prohibición afectará a los siguientes componentes tecnológicos de los vehículos inteligentes:
Sensores y Cámaras: Utilizados para la navegación y la seguridad vehicular.
Sistemas de GPS: Esenciales para la conectividad y el funcionamiento autónomo.
Software de Gestión y Control: Responsable de la operación y optimización de los sistemas del vehículo.
El gobierno estadounidense ha señalado que estas tecnologías podrían ser vulnerables a hackeos, piratería informática y recopilación de datos de conductores, lo que permitiría a entidades de China y Rusia utilizarlas con fines maliciosos.
“Se ha determinado que ciertas tecnologías utilizadas en los vehículos conectados de la República Popular China y Rusia presentan amenazas particularmente graves. Estos países preocupantes podrían utilizar tecnologías críticas dentro de nuestras cadenas de suministro para la vigilancia y el sabotaje con el fin de socavar la seguridad nacional”.
De acuerdo con CNN, la norma no afectará a los vehículos que ya cuentan con software chino instalado. La prohibición entrará en vigor para los modelos lanzados a partir de 2027 en lo que respecta al software, y para el hardware de los vehículos a partir de 2030, según informó el Departamento de Comercio.
Esta medida llega en un momento en que los fabricantes chinos de vehículos conectados están experimentando un crecimiento significativo en mercados internacionales, incluyendo Europa. La prohibición podría ralentizar la expansión de estos fabricantes en Estados Unidos y obligarlos a reconsiderar sus estrategias de desarrollo y exportación.
Las reacciones internacionales han sido mixtas, con algunos aliados de Estados Unidos expresando apoyo a la medida, mientras que China ha calificado la prohibición como una “acción proteccionista injustificada” que podría escalar las tensiones comerciales entre ambas potencias.
El gobierno de Estados Unidos continúa evaluando otras posibles restricciones y medidas de seguridad para salvaguardar sus intereses nacionales en el sector automotriz. Se espera que en los próximos meses se definan detalles adicionales sobre la implementación y el alcance de la prohibición, así como posibles excepciones para ciertos tipos de vehículos o tecnologías.