En su regreso a Roma desde Singapur, el Papa Francisco expresó críticas hacia el expresidente estadounidense Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, abordando temas controvertidos como la inmigración y el aborto. Durante una conferencia de prensa celebrada en el vuelo, el Papa describió la falta de acogida a inmigrantes como un «grave pecado» y comparó el aborto con un «asesinato».
Aunque el Papa evitó nombrar directamente a Trump y Harris, se refirió claramente a sus políticas. Francisco criticó el plan de Trump de deportar a millones de migrantes y la postura de Harris en apoyo al derecho al aborto, ambos temas que ha abordado con dureza en el pasado.
El Papa subrayó que los católicos estadounidenses deberían «elegir el mal menor» en las próximas elecciones presidenciales. «No votar es feo», afirmó Francisco, de 87 años. «Debes votar. Debes elegir el mal menor», dijo, sin ofrecer un juicio específico sobre cuál candidato representaría el «mal menor».
Con aproximadamente 52 millones de católicos en EE. UU., esta comunidad se considera a menudo crucial en las elecciones debido a su influencia en estados clave como Pensilvania y Wisconsin. Francisco, quien lidera a más de mil 400 millones de católicos a nivel mundial, es conocido por su cautela al intervenir en asuntos políticos nacionales, aunque ha sido firme en su rechazo tanto al aborto como a las políticas antimigrantes.
Trump ha prometido tomar medidas severas contra la migración ilegal y deportar a millones si es reelegido, mientras que Harris ha defendido la restauración de las protecciones nacionales para el aborto, eliminadas por la Corte Suprema en 2022. La reciente confrontación entre los dos candidatos en un debate reflejó la estrecha competencia en las encuestas, con Harris ligeramente por delante.
Francisco también destacó la migración como un «derecho», citando pasajes bíblicos que abogan por el cuidado de huérfanos, viudas y extranjeros. «No dar la bienvenida a los migrantes es un pecado», reiteró. En cuanto al aborto, afirmó que «es un asesinato» y que no debe haber excusas para justificarlo.
Esta crítica se enmarca en el contexto de las guías electorales de los obispos estadounidenses, que han señalado el aborto como una «prioridad preeminente» para los católicos, con actualizaciones periódicas que subrayan la importancia de este tema en las decisiones electorales.
