Israel aseguró este domingo que eliminó a Haytham Ali Tabatabai, identificado por sus fuerzas armadas como el “jefe del Estado Mayor” de Hezbolá, durante un bombardeo contra un edificio residencial en el barrio de Haret Hreik, en el sur de Beirut, zona considerada bastión político y militar del grupo chiita.
De acuerdo con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Tabatabai era responsable de reorganizar el aparato militar de Hezbolá tras el alto el fuego firmado a finales de 2024 y estaba al frente de las principales unidades operativas de la organización. La ofensiva, explicaron, forma parte de una estrategia para impedir que el grupo se rearme o restablezca su capacidad ofensiva en la frontera norte.
Autoridades libanesas confirmaron que el ataque dejó al menos cinco muertos y 28 heridos, además de daños significativos en la zona. El Ministerio de Salud advirtió que el número de víctimas podría aumentar conforme avancen las labores de rescate entre los edificios colapsados.
Hezbolá acusó a Israel de cruzar “una nueva línea roja” al retomar ataques directos en Beirut, ciudad que había permanecido relativamente al margen de las operaciones militares desde hace varios meses. En respuesta, la organización advirtió que habrá represalias “en el momento y la forma que se consideren apropiados”.
El presidente de Líbano, Joseph Aoun, condenó el bombardeo y pidió a la comunidad internacional intervenir de manera urgente para frenar la escalada. Paralelamente, Hamas señaló que la operación busca “arrastrar al Líbano y a la región a una nueva guerra”, mientras diversas agencias internacionales alertaron sobre un posible incremento en las tensiones que involucran a Gaza, la frontera israelí-libanesa y otros actores regionales.
El ataque ocurre un año después de la tregua entre Israel y Hezbolá, un acuerdo que Tel Aviv sostiene ha sido violado repetidamente por la organización chiita. El gobierno israelí afirmó que continuará realizando operaciones preventivas para evitar que el grupo incremente su capacidad militar, aun cuando los bombardeos en la capital libanesa podrían detonar un nuevo ciclo de enfrentamientos de gran escala.
La situación mantiene en alerta a varios gobiernos en Medio Oriente y Europa, ante el riesgo de que la confrontación se expanda más allá de las fronteras de Israel y Líbano.








