El gobierno de Israel lanzó el martes una serie de ataques aéreos contra la capital siria, Damasco, y por segundo día consecutivo contra la ciudad de Sweida, de mayoría drusa, en el sur de Siria.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió en sus redes sociales que las operaciones continuarían “vigorosamente” para destruir a las fuerzas responsables de los ataques contra la comunidad drusa hasta su retirada total.
En Damasco, al menos cuatro explosiones sacudieron el edificio del Ministerio de Defensa y zonas aledañas al palacio presidencial, mientras columnas de humo gris se elevaban por encima del centro de la ciudad y aviones de guerra sobrevolaban la zona.
En Sweida, drones militares israelíes efectuaron sobrevuelos y disparos sobre las zonas donde se habían registrado enfrentamientos entre milicias drusas y clanes locales, sin que hasta ahora se hayan confirmado cifras oficiales de víctimas.
El gobierno sirio condenó los bombardeos como “una flagrante agresión” y reconoció daños significativos en infraestructura clave, aunque admitió no contar con la capacidad militar necesaria para responder directamente a los ataques.
Las Fuerzas de Defensa de Israel reforzaron sus controles fronterizos y coordinan con socios internacionales el seguimiento de posibles rutas de escape de los objetivos, en una campaña que podría extenderse durante varios días.
