El talco fue clasificado como «probablemente cancerígeno» debido en parte a las escasas pruebas que lo relacionan con el cáncer de ovario, según estudios científicos.
La agencia del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó el talco como «probablemente cancerígeno» para el ser humano.
Un grupo de trabajo formado por 29 científicos de 13 países se reunió en el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de Lyon (Francia) y publicó sus conclusiones en The Lancet Oncology la semana pasada.
La clasificación es el «segundo nivel más alto de certeza de que una sustancia puede causar cáncer«. La clasificación anterior del talco era de «posible carcinógeno».
El talco se clasificó «sobre la base de una combinación de pruebas limitadas de cáncer en humanos (para el cáncer de ovario), pruebas suficientes de cáncer en animales de experimentación y pruebas mecanísticas sólidas de que el talco presenta características clave de carcinógenos en células primarias humanas y sistemas experimentales», señaló el grupo de expertos en un comunicado de prensa.
El talco es un mineral de la clase 9, según la clasificación de Strunz, de color blanco a gris azul. En la Escala de Mohs se toma como patrón de la menor dureza posible, asignándole convencionalmente el valor 1. Es un compuesto inerte no afectado por el ambiente ni degradado blanco.
El uso del talco se ha popularizado desde hace años por sus propiedades antitranspirantes, absorbentes, calmantes y antisépticas. Pero, el camino que llevó a poner en duda la bondad total de este mineral tiene antecedentes en 2022, cuando la farmacéutica Johnson & Johnson (J&J) anunció la retirada del mercado mundial de su talco para bebés, luego de que diversos testimonios relacionaban al producto con el desarrollo de la enfermedad.