El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó este miércoles que sostuvo una llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ocurrida —según dijo— hace unos diez días, y la calificó como un intercambio “cordial” y “respetuoso”. La revelación se dio en medio de un contexto de alta tensión diplomática y militar entre ambos países.
Maduro aseguró que el contacto podría abrir la puerta a un diálogo formal entre Washington y Caracas. “Fue una llamada en tono de respeto, de cordialidad. Bienvenido el diálogo, bienvenida la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz”, declaró durante una transmisión oficial. El mandatario sostuvo que, si la comunicación representa el inicio de un intercambio “Estado a Estado”, su gobierno estaría dispuesto a avanzar por esa vía.
De acuerdo con reportes internacionales, incluido Reuters, en la conversación Maduro habría planteado condiciones para una eventual transición política, entre ellas una amnistía para él y su familia, el levantamiento de sanciones económicas y el cierre de investigaciones en su contra ante la Corte Penal Internacional. Sin embargo, dichas solicitudes no habrían sido aceptadas por la administración estadounidense.
Trump confirmó la existencia de la llamada, pero la calificó como un contacto sin mayor avance. “No salió ni bien ni mal”, afirmó brevemente ante medios estadounidenses.
La comunicación ocurre mientras Estados Unidos mantiene un despliegue militar en el Caribe y acusa al gobierno venezolano de vínculos con el narcotráfico. Venezuela, por su parte, ha denunciado amenazas de intervención y sostiene que busca una salida diplomática para evitar una escalada mayor en el conflicto.
Hasta el momento, no se han anunciado nuevos encuentros ni avances concretos derivados de la llamada. Las autoridades estadounidenses tampoco han detallado si habrá un canal de diálogo formal, mientras que Caracas insiste en que la diplomacia es la vía para reducir tensiones.








