La noche del 18 al 19 de enero los cristianos ortodoxos celebran tradicionalmente la Epifanía, que conmemora el bautismo de Jesucristo.
En Rusia, durante la fiesta, los creyentes acuden en masa a darse un baño en estanques o agujeros especialmente cortados en el hielo. En esos espacios, previamente bendecidos, las personas se sumergen a pesar del frío invernal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, se zambulló hoy en una poza con agua helada con motivo de la celebración del Bautismo de Cristo, según informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Sí, tradicionalmente lo hace con ocasión de la Epifanía», afirmó en su rueda de prensa diaria, según Infobae.
Se trata de una ceremonia que Putin no deja pasar de largo, con la única excepción de 2022, cuando el mandatario ruso no se sumergió en el agua helada por «motivos epidemiológicos».
Sin embargo, en 2021, cuando todavía la pandemia del coronavirus continuaba causando estragos, el Kremlin publicó un vídeo de la ceremonia durante la cual Putin se zambulló tres veces en una poza en forma de cruz, santiguándose antes de cada inmersión, como reza la tradición ortodoxa.
Las ceremonias se llevaron a cabo con normalidad a lo largo de todo el país, con excepción de la sureña ciudad de Bélgorod, fronteriza con Ucrania, que se ha convertido en objetivo constante de ataques del Ejército ucraniano.
Los popes ortodoxos bendijeron desde la madrugada con crucifijos de plata miles de pozas, estanques, ríos e incluso claros en el mar para que los rusos pudieran cumplir con su sagrada costumbre de la Epifanía.