Con el propósito de combatir la extinción de las especies nativas en Australia, el gobierno y las organizaciones conservacionistas han intensificado sus esfuerzos para implementar medidas destinadas a controlar la población de gatos salvajes.
Tanya Plibersek, Ministra de Medio Ambiente, expresó que, aunque los gatos salvajes representan la principal amenaza para la fauna local, también es necesario abordar adecuadamente la gestión de los gatos domésticos para prevenir problemas de conservación en algunas especies.
«Estamos declarando la guerra a los gatos salvajes. Y hoy estamos presentando nuestro plan de batalla para ganar esa guerra», afirmó la funcionaria al dar a conocer el plan gubernamental de reducción de la población de felinos con el fin de proteger la vida silvestre.
En cuanto a los gatos domésticos, el gobierno australiano tiene previsto implementar medidas que podrían incluir restricciones en el número de mascotas por hogar, prohibir su salida al aire libre y establecer toques de queda nocturnos para evitar que ataquen a otros animales.