Minneapolis, Minnesota.– La mañana de este miércoles un tiroteo sacudió a la Annunciation Catholic School, en Minneapolis, durante la misa de inicio del ciclo escolar. El ataque dejó dos niños fallecidos y 17 personas heridas, entre ellas al menos 14 menores de edad, según confirmaron las autoridades locales.
De acuerdo con los reportes policiales, el agresor, identificado como Robin M. Westman, de 23 años, disparó desde el exterior de la iglesia con un rifle semiautomático, además de portar una escopeta y una pistola. El sujeto abrió fuego a través de las ventanas del templo mientras los alumnos y sus familias participaban en la ceremonia religiosa. Posteriormente, se quitó la vida en el estacionamiento del recinto.
El jefe de la Policía de Minneapolis, Brian O’Hara, calificó el hecho como “un acto deliberado de violencia contra niños inocentes”, al tiempo que descartó la participación de otros sospechosos. Testigos reportaron que se escucharon entre 50 y 100 disparos. Aunque inicialmente se habló de posibles explosivos, los equipos de emergencia solo hallaron un artefacto de humo.
El alcalde Jacob Frey, visiblemente conmovido, confirmó que las víctimas mortales eran menores de edad. “Estos niños estaban literalmente rezando; no puede decirse ahora que solo se trata de pensamientos y oraciones”, declaró. Por su parte, el gobernador Tim Walz lamentó el ataque y aseguró que el estado brindará apoyo total a las familias afectadas, mientras que agencias federales como el FBI y la ATF se sumaron a las investigaciones.
Los heridos fueron trasladados a distintos hospitales de la ciudad, incluyendo el Hennepin County Medical Center y el Children’s Minnesota. Varios de ellos permanecen en estado crítico y han requerido intervenciones quirúrgicas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también fue informado del ataque y expresó sus condolencias a través de un mensaje en redes sociales.
Este nuevo tiroteo reaviva el debate sobre la violencia armada en el país, en un escenario especialmente sensible: una ceremonia escolar dentro de un espacio religioso, donde la comunidad esperaba iniciar el ciclo académico en paz.
