Texas, EE.UU., 6 de julio de 2025 — Una serie de lluvias torrenciales provocó una devastadora crecida del río Guadalupe en el centro de Texas, dejando al menos 52 personas muertas y más de 30 desaparecidas, entre ellas varias niñas de un campamento. La tragedia ocurrió entre el 4 y 5 de julio en la región conocida como Texas Hill Country, afectando principalmente a los condados de Kerr, Travis, Burnet, Kendall y Tom Green.
El fenómeno, originado por los remanentes de la tormenta tropical Barry, causó precipitaciones superiores a los 250 mm en pocas horas, lo que provocó que el río Guadalupe aumentara más de ocho metros en menos de 45 minutos. La crecida arrastró vehículos, puentes y viviendas, incluyendo el campamento cristiano “Camp Mystic”, donde se encontraban más de 750 niñas. Hasta el momento, se reportan al menos 27 menores desaparecidas y dos fallecidas confirmadas en ese lugar.
Más de mil elementos de la Guardia Nacional, equipos de rescate, drones y helicópteros han sido desplegados en las zonas afectadas para localizar a los desaparecidos y brindar auxilio. El gobernador Greg Abbott declaró estado de desastre en 12 condados y solicitó apoyo federal. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, arribó a la zona para coordinar con FEMA, mientras el expresidente Donald Trump también ofreció asistencia.
Las autoridades han confirmado que entre las víctimas hay al menos 15 menores de edad. En total, se ha evacuado a más de 850 personas, y los equipos de rescate continúan labores contrarreloj ante el riesgo de nuevas lluvias. Vecinos y rescatistas describen escenas dramáticas, con casas flotando, árboles arrancados de raíz y caminos completamente destruidos.
La tragedia ha reavivado el debate sobre la efectividad de los sistemas de alerta temprana en Texas. Familias enteras, líderes religiosos y organizaciones comunitarias se han unido para apoyar a las víctimas, mientras el país entero observa con preocupación el desarrollo de esta emergencia climática sin precedentes en la región.
