El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que sostuvo una conversación telefónica con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, en medio de un clima de alta tensión entre Washington y Caracas. La llamada —cuya fecha exacta no fue detallada— ocurrió la semana pasada, según reportes internacionales, y marca un giro inesperado en la relación entre ambos gobiernos.
Trump, al ser cuestionado por la prensa, reconoció el contacto pero evitó calificar el resultado del diálogo. “No diría que salió bien ni mal; fue una llamada telefónica”, declaró brevemente sin ofrecer detalles sobre el contenido o los acuerdos alcanzados. La confirmación se produjo luego de que diversos medios estadounidenses y europeos señalaron que la conversación habría buscado explorar un posible encuentro entre ambos líderes.
El gobierno venezolano no ha emitido una postura ampliada sobre la llamada. Sin embargo, el diálogo ocurre mientras Venezuela denuncia maniobras militares estadounidenses en el Caribe y acusa a Washington de incrementar la presión diplomática. Analistas señalan que este primer contacto directo podría modificar el tono de la relación bilateral, marcada por años de sanciones económicas, acusaciones de narcotráfico y desconocimiento mutuo.
La prensa internacional ha destacado que el acercamiento llega en un momento clave para la región, donde Estados Unidos busca reposicionar su influencia y Venezuela enfrenta aislamiento político. Por ahora, no se han anunciado nuevas reuniones ni pasos formales posteriores a la llamada.








