En Río de Janeiro se habla del «mayor espectáculo del mundo» cuando miles de bailarines desfilan por el Sambódromo los días de carnaval. Luego están las fiestas callejeras, conocidas como «blocos”, donde millones de personas participan. El lunes y martes de Carnaval van a caer el 3 y el 4 de marzo.
Según la ciudad de Río de Janeiro, se calcula que unos siete millones de personas salen a la calle los días de carnaval, y gastan mucho dinero. El Carnaval de Río de Janeiro no es sólo parte de la cultura, sino también un agente económico importante.
Millones en impuestos
Plumas artificiales, faldas de colores o máscaras: cualquiera que pase por Río de Janeiro en los días previos al carnaval no puede evitar los numerosos puestos llenos de accesorios carnavalescos. «La gente suele comprar algo espontáneamente de camino al trabajo o a la escuela», explica a DW la vendedora Mariele en su local.
Brasil gana mucho con el carnaval. Según la administración municipal de Río de Janeiro, los ingresos del carnaval de 2024 ascendieron a casi 830 millones de euros, y se calcula que en todo Brasil se recaudarán unos 2.000 millones de euros sólo por el carnaval este año, según informó la Asociación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC).
La economía local se beneficia
Nueva Orleans, la metrópoli sureña del estado de Luisiana, es considerada el baluarte del carnaval en Estados Unidos. El espectáculo dura quince días y culmina el Mardi Gras, o «Martes de Grasa”. Durante días y días, numerosos grupos desfilan por las coloridas calles del casco antiguo.
No solo los turistas disfrutan las celebraciones. Los profesionales de la creación, la cultura y la economía local, así como miles de pequeñas empresas, se benefician del carnaval. «Esta actividad económica sostiene a su vez decenas de miles de puestos de trabajo”, afirman James Reiss III y Elroy James, copresidentes del Consejo Asesor del Mardi Gras de Nueva Orleans.
Fuente: DW