La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno analiza las vías jurídicas para apoyar a la comunidad originaria de Oaxaca afectada por la apropiación cultural cometida por Adidas, tras el lanzamiento del modelo de calzado “Oaxaca Slip On”. La mandataria señaló que se busca garantizar el cumplimiento de la Ley de Patrimonio y que la empresa asuma su responsabilidad en este caso.
Durante su conferencia matutina del viernes 8 de agosto, Sheinbaum criticó que grandes empresas se apropien de productos y diseños tradicionales sin autorización ni reconocimiento a los pueblos originarios. Indicó que ya se trabaja en una legislación para proteger de manera más efectiva la propiedad cultural de las comunidades indígenas y evitar que se usurpe su creatividad.
La mandataria subrayó que Adidas debe entablar un diálogo con las autoridades y las comunidades involucradas, y que el objetivo es alcanzar un resarcimiento por el uso no autorizado del diseño. Agregó que si bien las pláticas podrían ofrecer una solución, el gobierno federal también estudia las herramientas legales disponibles en caso de que no se llegue a un acuerdo.
Por su parte, Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural, informó que la empresa alemana ya se puso en contacto con el gobierno de Oaxaca para entablar conversaciones con la comunidad afectada. Señaló que la Secretaría de Cultura acompañará este proceso y que esperan que se concrete una reparación por el plagio cometido.
El modelo de calzado “Oaxaca Slip On” fue diseñado por Willy Chavarría y presentado junto con Adidas como una fusión de elementos del huarache tradicional mexicano con diseño urbano. La colección fue exhibida en el Museo de Arte de Puerto Rico, lo que generó críticas en redes sociales debido al evidente parecido con el calzado artesanal fabricado por comunidades indígenas.
Según Chavarría, el objetivo era rendir homenaje a la cultura chicana, con la que dijo identificarse. Sin embargo, el diseño muestra trenzado artesanal y materiales similares al cuero utilizado en los huaraches tradicionales, lo que fue interpretado en México como una apropiación indebida sin reconocimiento ni beneficio para las comunidades que originaron ese tipo de calzado.