La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó la ceremonia conmemorativa del 112 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero en la Ciudad de México, marcando un homenaje al apóstol de la democracia.
Durante el acto, la jefa del Ejecutivo estuvo acompañada por integrantes de su gabinete legal y ampliado, así como por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, quienes compartieron el compromiso institucional en este acto cívico.
En el transcurso de la ceremonia, Sheinbaum montó una guardia de honor frente a un retrato de Madero, instalado en el Patio de Honor del Palacio Nacional, lugar donde se realizó un minuto de silencio en señal de respeto y recuerdo.
El único orador en la conmemoración fue Felipe Arturo Ávila Espinosa, director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, quien destacó el importante legado de Francisco I. Madero para la democracia mexicana.
Ávila Espinosa subrayó que el sacrificio de Madero fue determinante para la consolidación de una segunda etapa en la Revolución, que culminó la obra que el propio Madero había iniciado, resaltando la relevancia de su contribución a la historia del país.
El discurso del académico enfatizó que, a pesar de las décadas transcurridas, la democracia por la que Madero entregó su vida es el legado más valioso de su figura, reconociendo su carácter excepcional y el impacto perdurable de su obra en el México contemporáneo.
