El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que México entre en recesión en 2025, con una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.3%, como consecuencia directa de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a productos mexicanos. Esta proyección representa un giro significativo respecto a las estimaciones anteriores del organismo, que anticipaban un crecimiento moderado.
El FMI atribuye el retroceso a una combinación de factores, entre ellos las tensiones comerciales con Estados Unidos, condiciones financieras más restrictivas y un cierre de año 2024 con menor dinamismo económico. Además, estima un aumento del desempleo a 3.8% y una inflación de 3.5% para 2025, lo que posiciona a México como la única economía entre las principales del mundo con una contracción proyectada.
Ante este panorama, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó la previsión del FMI y afirmó que los modelos de la Secretaría de Hacienda no coinciden con ese diagnóstico. Señaló que su gobierno trabaja en el “Plan México”, una estrategia para fortalecer la economía nacional mediante inversión pública, simplificación de trámites y el impulso a sectores estratégicos. Sheinbaum también cuestionó la validez de los modelos utilizados por organismos financieros internacionales para evaluar el desarrollo económico de los países.