Esta mañana, a las 10:08 horas (tiempo del centro de México), la chimenea de la Capilla Sixtina emitió humo blanco, señal inequívoca de que los cardenales reunidos en cónclave han llegado a un acuerdo: hay nuevo Papa. La Plaza de San Pedro, abarrotada de fieles, estalló en aplausos al confirmarse que el mundo católico cuenta ya con un nuevo Sumo Pontífice tras el fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido el pasado 21 de abril.
El nombre del nuevo líder de la Iglesia aún no ha sido revelado oficialmente. Como marca la tradición, el Papa electo se encuentra en estos momentos en la llamada “sala de las lágrimas”, donde se reviste con los hábitos papales antes de salir al balcón central de la Basílica de San Pedro para presentarse ante el mundo y dar su primera bendición Urbi et Orbi.
Entre los principales candidatos al papado figuraban el cardenal italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano; el filipino Luis Antonio Tagle; y el cardenal español Ángel Fernández Artime. En los próximos minutos se espera el anuncio formal con la fórmula “Habemus Papam” y el inicio del nuevo pontificado. La atención global se centra ahora en el Vaticano, donde la Iglesia se prepara para escribir una nueva página en su historia.







