La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció que exmilitares colombianos están operando como mercenarios al servicio del crimen organizado en territorio nacional. Ante esta situación, su gobierno analiza estrechar la colaboración con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para hacer frente conjunto al fenómeno y reforzar la cooperación bilateral en materia de seguridad e investigación judicial.
“El tema de la seguridad será prioridad, sin pactos y sin simulación”, subrayó Sheinbaum al abordar el caso de los colombianos detenidos tras una explosión que cobró la vida de seis elementos de la Guardia Nacional en México. Por su parte, el mandatario colombiano reconoció que entre los capturados habría militares en servicio activo y expresó su preocupación al afirmar que Colombia “está exportando mercenarios a la mafia”.
A través de su Cancillería, Colombia expresó condolencias por los hechos y propuso fortalecer la cooperación judicial e investigativa con México. Ambos gobiernos han sostenido reuniones previas para afianzar la relación bilateral, incluyendo temas migratorios y de derechos humanos. La problemática se enmarca en un contexto en el que Colombia es considerado uno de los principales exportadores de exmilitares a conflictos en el extranjero.
El gobierno mexicano reiteró su compromiso con la seguridad nacional y señaló que buscará soluciones firmes y coordinadas frente a la infiltración del crimen organizado transnacional.
