El papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio, falleció este lunes a los 88 años de edad en la residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Sede, quien anunció el inicio del periodo de sede vacante previo a la convocatoria de un nuevo cónclave.
Primer pontífice latinoamericano y jesuita en la historia, el papa Francisco fue elegido el 13 de marzo de 2013, marcando una ruptura simbólica con siglos de tradición europea en el trono de San Pedro. Su papado se distinguió por una postura más inclusiva hacia la comunidad LGBTQ+, una firme defensa de los migrantes y un llamado constante a la paz en conflictos como los de Ucrania y Medio Oriente.
Durante sus 12 años al frente de la Iglesia católica, impulsó reformas en la Curia Romana, promovió la transparencia financiera y enfrentó con decisión los casos de abuso sexual clerical. También dejó huella con su encíclica Laudato si’, que posicionó el cambio climático como una prioridad moral y espiritual.
Su última aparición pública fue el Domingo de Resurrección, el 20 de abril, cuando impartió la bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la basílica de San Pedro, visiblemente debilitado tras haber estado hospitalizado por casi un mes debido a una neumonía. Horas antes de su fallecimiento, sostuvo un encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, en un gesto que reafirmó su compromiso con los más vulnerables.
Líderes políticos y religiosos de todo el mundo han expresado condolencias y reconocimiento por su legado. En Argentina, su país natal, se han convocado misas conmemorativas, mientras que el Vaticano se prepara para el funeral de Estado y la elección del próximo sucesor de Pedro.