En su último discurso al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández cerró una etapa histórica del máximo tribunal antes de la entrada en funciones de la nueva integración electa por voto popular. En una sesión solemne realizada el 31 de agosto de 2025, Piña afirmó que el legado de la Corte será evaluado por la sociedad y la historia, no por los poderes políticos.
“La historia juzgará a quienes hemos juzgado. Nos corresponde entregar cuentas con la frente en alto, conscientes de que defendimos la Constitución y los derechos de las personas, incluso en tiempos de tensión y de cuestionamientos”, señaló la ministra.
Piña destacó que durante su gestión el Poder Judicial enfrentó presiones externas, intentos de debilitamiento institucional y una reforma que modificó por completo la integración del tribunal. “Nos vamos con la convicción de haber cumplido con nuestra responsabilidad constitucional: impartir justicia sin subordinación a ningún poder”, enfatizó.
La ministra presidenta, primera mujer en ocupar el cargo, subrayó la importancia de la independencia judicial y advirtió que su defensa no depende de una persona o de un periodo, sino de la firmeza con la que se ejerza la función jurisdiccional. Asimismo, agradeció al personal de la Corte y reconoció la labor de sus colegas ministros en medio de una coyuntura marcada por el debate sobre la legitimidad del nuevo modelo de justicia.
Con este mensaje, Piña cerró la última sesión de la SCJN en su conformación vigente, para dar paso a la nueva integración que entrará en funciones el 1 de septiembre. “Hoy dejamos constancia de que este tribunal se sostuvo en la Constitución y en su deber con la ciudadanía. Nuestro relevo corresponde ahora a la voluntad popular”, concluyó.